Sábado durante la Fiesta de Panes sin Levadura—2013
Venciendo a Satanás, al pecado, y a nosotros mismos
Fred R. Coulter—30 marzo, 2013
www.iglesiadedioscristianaybiblica.org
¡Saludos hermanos! Bienvenidos al sábado durante la Fiesta de Panes Sin levadura. Ésta Fiesta de Panes Sin Levadura ha pasado rápidamente. Espero que se hayan tomado el tiempo para profundizar en su estudio personal, en su oración, para examinar su vida, y para intensificar su relación personal con Dios el Padre y Jesucristo. Como cristianos, vivimos en un mundo en dónde hay cuatro rivales a vencer:
1. SATANÁS
2. EL PECADO
3. LA SOCIEDAD
4. NOSOTROS MISMOS
Todos éstos se ven involucrados en nuestra relación con Dios el Padre y Jesucristo, pero sabemos que nuestro objetivo es presentarnos sin levadura ante Cristo.
Volvamos a Éxodo 13… y veamos algo importante que se relaciona con la iglesia, con lo que debemos estar haciendo, y con el motivo de Panes Sin Levadura.
Hay un propósito específico para ésta Fiesta, y también hay un propósito por el cual los primogénitos fueron separados en la Pascua. Los primogénitos son especiales para Dios. Los primogénitos se relacionan con la Iglesia. Hebreos 12 dice que nosotros somos la iglesia de los primogénitos, y que Cristo es el primogénito [de los muertos] de entre muchos hermanos. Dios está construyendo Su familia, y está produciendo Su gobierno a través de nosotros. Esto es, que seremos Sus primogénitos para siempre.
Éxodo 13:1—Aquí hay algo especial que Dios ordenó al pueblo de Israel, y también explica la razón por la cual separó a los primogénitos… porque los primogénitos son suyos. Esto es algo importante con relación al nacimiento de Jesucristo. Él fue el primogénito de María. Él también fue el primogénito de entre los muertos. Sólo a través de Él… entraremos en el Reino de Dios como Su nación primogénita.
Éxodo 13:1—“Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo, ‘Santifica todos los primogénitos para Mí, cualquier cosa que abra la matriz entre los hijos de Israel, de hombre y de bestia. Es Mío.’ Y Moisés le dijo a la gente, ‘Recuerden este día en el cual salieron de Egipto…’” (Versos 1-3). Eso significa: salir de Satanás y de la sociedad. También tenemos que salir del pecado que llevamos dentro; ya veremos qué es lo que dice al respecto.
Recuerden que el primer mandamiento no sólo es: ‘no tendrán otros dioses delante de Mí.’ El primer mandamiento es: ‘Yo soy el Señor su Dios Quien los sacó de la tierra de Egipto; no tendrán otros dioses delante de Mí.’ Él juzgó los dioses de Egipto en la noche de la Pascua, los cuales provenían de Babilonia.
Aquí tenemos una situación perfecta que se ve espiritualmente amplificada por el Nuevo Testamento.
“…‘Recuerden este día en el cual salieron de Egipto, fuera de la casa de esclavitud; porque el SEÑOR los sacó de este lugar por la fuerza de Su mano. No será comido pan con levadura.’” (Verso 3). Esto es durante la Fiesta de Panes Sin Levadura.
Verso 4: “En este día… [El 15to día del 1er mes]…ustedes salen, en el mes de Abib. Y será cuando el SEÑOR los traiga a la tierra de los cananeos y los hititas; de los amorreos, los heveos, y los Jebuseos, la cual juró a sus padres que les daría; una tierra fluyendo con leche y miel, que guardarán éste servicio en este mes. Comerán pan sin levadura siete días, y en el séptimo día será una fiesta para el SEÑOR (versos 4-6). Como vimos en la Pascua, debemos comer la carne de Cristo simbólicamente a través del pan sin levadura. Su sangre la bebemos simbólicamente a través del vino.
Verso 7: “Pan sin levadura será comido siete días. Y no será visto pan leudado con ustedes, ni será vista levadura con ustedes en todas sus fronteras.”
Aquí está lo que debemos hacer; y esto es en lo que hemos fracasado como nación y como pueblo: enseñar a nuestros hijos el camino de Dios.
Verso 9: “Y será una señal para ustedes sobre su mano, y un memorial entre sus ojos, para que la ley del SEÑOR pueda estar en su boca, porque con mano fuerte el SEÑOR los ha sacado de Egipto… [Aquí lo tenemos]… Por tanto guardarán esta ley en sus temporadas de año en año” (versos 9-10).
Nosotros sabemos que esto prefigura todo lo que hacemos en el Nuevo Testamento. Por eso el Apóstol Pablo escribió: ¡Guardemos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y maldad, sino con el pan sin levadura de sinceridad y verdad!
Vayamos a al capítulo 10 de Hebreos, y veamos lo que la ley de Dios debe ser en nosotros. Las leyes de Dios son lo que dirigen nuestras vidas… a través del poder del Espíritu Santo.
· Las leyes de Dios son Verdad
· El Espíritu Santo es Verdad
· Jesucristo es la Verdad, el Camino, y la Vida
Hebreos 15—aquí está lo que debe suceder en nuestras vidas. Si tenemos el Espíritu Santo, entonces tenemos la fuerza, las herramientas, y la habilidad para seguir adelante en las cosas que Dios quiere que hagamos; vencer desde adentro. La ley no obliga a nadie a hacer las cosas. Todo lo que hacemos es por elección; guardar las leyes y mandamientos de Dios. ¿Dónde comienzan nuestras elecciones? En nuestra mente… ¡Desde adentro!
Hebreos 10:15: “Y el Espíritu Santo también nos da testimonio; porque después de que Él había previamente dicho, ‘Este es el pacto que estableceré con ellos después de aquellos días,’ dice el Señor: ‘Yo daré Mis leyes dentro de sus corazones, y las inscribiré en sus mentes’” (versos 15-16). Quiero que nos detengamos a pensar un poco: ¿Qué tan apartado de la Verdad de Dios está el cristianismo de éste mundo, cuando dicen que la Ley de Dios ha sido eliminada? Por eso tenemos los libros:
· Judaísmo— ¿Revelación de Moisés o Religión de Hombres?
· EL Día en que Jesús el Cristo Murió
· La Pascua Cristiana
Todo lo que nosotros hacemos, publicamos, y predicamos va directo a esto. Además, como los primogénitos le pertenecen a Dios… nosotros seremos los primogénitos [de las personas del mundo] en la familia de Dios. Ya veremos esto a medida que avancemos.
Efesios 2—aquí está lo que necesitamos entender y la manera en que debemos aplicarlo a nuestras vidas… para ver que Dios está haciendo algo ¡En nosotros! Debemos ser la luz del mundo; debemos ser la sal de la tierra, pero el propósito es llegar a ser los hijos e hijas engendrados de Dios:
· Creciendo
· Cambiando
· Venciendo
Dios está creando:
· Su carácter
· Su amor
· Su verdad
· Su justicia
en nosotros, e implantando Sus leyes y mandamientos en nuestra mente para:
· poder deshacernos del pecado que llevamos dentro.
· poder vivir nuestras vidas en sinceridad y Verdad
· poder convertirnos en esa nueva creación
Cuando llegue la resurrección—representada por el Día Santo de Pentecostés—desecharemos las cosas de la carne completamente.
Efesios 2:8: “Porque por gracia han sido salvos a través de fe, y esta no es de ustedes mismos; es el regalo de Dios, no de obras…” (Versos 8-9). Esto es en referencia a nuestras propias obras. Por eso el protestantismo es una falsificación. Se ve bien, y también se oye bien; pero ¿No creen que guardar el domingo y sus fiestas religiosas son obras y tradiciones de hombres? ¿Cómo pueden estas cosas traer salvación? ¡No pueden!
“…para que nadie pueda jactarse Porque somos Su hechura… [Somos la hechura de Dios el Padre; ¡Jesucristo morando en nosotros! Eso es lo que nos hace ázimos]…creados en Cristo Jesús…” (Versos 9-10). El hecho de que Dios sea creador significa que
· Siempre está creando
· Siempre está haciendo
· Siempre está cambiando, venciendo, y creciendo
—y esto queda evidenciado por todo lo que vemos, desde las células individuales de nuestros cuerpos… hasta la fantástica creación del vasto universo.
“…hacia las buenas obras…” (Verso 10)—las leyes y mandamientos de Dios. Según las palabras de Pedro en II Pedro 1, éstas son la edificación del carácter—para construir el carácter y darnos cuenta de que eso es lo que Dios quiere primero. El carácter sirve para que ¡No volvamos a pecar nunca!... una vez que recibamos la vida eterna.
“…que Dios ordenó de antemano para que pudiéramos caminar en ellas” (verso 10). Siempre recuerden:
· Si están caminando en las leyes y mandamientos de Dios
· Si están haciendo la Verdad de Dios
Debemos reconocer que no son nuestras propias obras, sino ¡las obras de Dios en nosotros! ¿Cómo sucede esto? Bueno, el Apóstol Pablo lo deja muy claro:
Verso 16: “Y para que pudiera reconciliar ambos… [Gentiles y Judíos]…a Dios en un cuerpo a través de la cruz, habiendo matado la enemistad en ella.” Toda hostilidad hacia Dios y a Su ley—causada por reemplazar Su verdad con nuestras propias tradiciones—ha muerto. Cada vez que reemplazamos la Verdad de Dios con tradiciones humanas… creamos enemistad entre Dios y nosotros. Tales tradiciones también son pecado, aunque sean bien intencionadas.
Verso 17: “Entonces cuando vino Él, predicó el evangelio—paz a ustedes quienes estaban lejos y a aquellos que estaban cerca. Porque a través de Él tenemos ambos acceso directo por un Espíritu al Padre” (versos 17-18). Recuerden lo que cubrimos en la noche de la Pascua. Nunca olviden que:
· ¡Jesús dijo que nos ama!
· ¡Jesús dijo que El Padre nos ama!
No puede haber nada más grande que eso en ésta vida. Por eso debemos dejar de lado todo lo demás.
Verso 19: “Así entonces, ustedes ya no son más extraños y extranjeros; sino son conciudadanos con los santos, y son de la familia de Dios. Están siendo construidos sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, Jesucristo mismo siendo la Piedra angular principal” (versos 19-20). Dios mira la tierra para ver a todos sus hijos; en dondequiera que estén, Él:
· Trabaja con ellos
· Los ayuda
· Les manda su Espíritu
· Les da Su Palabra
· Ellos entienden lo que deben hacer
· Nos entregamos a Dios todos los días
· Confesamos nuestros pecados a diario
· Crecemos, cambiamos, y vencemos a diario
Sí,
· Peleamos contra el mundo
· Peleamos contra Satanás
· Peleamos contra el pecado
· Peleamos contra nosotros mismos
Y lo hacemos con la ayuda de Dios el Padre y Jesucristo en nosotros.
Verso 21: “En Quien todo el edificio, siendo conjuntamente equipado, está incrementándose hacia un templo santo en el Señor; En Quien ustedes también están siendo juntamente construidos para habitación de Dios en el Espíritu” (versos 21-22).
Veamos lo que tenemos que hacer; la razón por la cual la Fiesta de Panes Sin Levadura es tan importante. En I Juan 2 vemos que hay muchos anticristos en el mundo… y que ellos son de satanás el diablo.
I Juan 5:19: “Sabemos que somos de Dios…” La Pascua y la Fiesta de los Panes Sin Levadura realmente nos distinguen en que:
· ¡Somos de Dios!
· ¡Amamos a Dios!
· ¡Servimos a Dios!
· ¡Nos amamos unos a otros!
· ¡Guardamos los mandamientos de Dios!
· ¡Somos la hechura de Dios!
Verso 19: “Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero se encuentra en poder del maligno.” ¿Qué es lo que ‘el maligno’ nos ofrece tan seductoramente? ¡El mundo!
Por eso se nos ordena en I Juan 2:15: “No amen al mundo…” Dios ama al mundo porque Él es Quien lo juzga. Así como los hijos de Israel salieron de Egipto… nosotros también debemos salir del mundo. ¿Cómo se le llama al sistema religioso actual de éste mundo? ¡Sodoma y Egipto! (Apocalipsis 11:8). Nosotros debemos ser hijos e hijas de Dios, desarrollando frutos de justicia en Verdad, bondad, y amor.
“No amen al mundo…” Al sistema de Satanás y a la sociedad de éste mundo. Piensen en las cosas que suceden porque las personas han rechazado a Dios.
“…ni las cosas que están en el mundo. Si cualquiera ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (verso 15). Si amamos al mundo… entonces seguimos al mundo, obedecemos al mundo, hacemos las cosas del mundo. Pero si el amor del Padre está en nosotros… ¡entonces amamos a Dios y a Jesucristo más que a nada en el mundo! ¡Más que a cualquier ser humano!
¿Qué es lo que dijo Jesús? Si cualquiera viene a Mí y no odia a su padre y madre; significa que deberíamos de amar más a Dios. ‘Aquel que ame a padre o madre más que a Mí no es digno de Mí.’ (Mateo 10). Esto también se refiere a no amar nuestras propias vidas y nuestras propias cosas, porque Dios tiene planes fantásticos para nosotros. Como vimos en la noche de la Pascua, Jesús dijo: ‘En la casa de Mi Padre hay muchos lugares.’ ¡Él está preparando un lugar para nosotros! Por eso no debemos amar al mundo “…ni las cosas que están en el mundo. Si cualquiera ama al mundo, el amor del Padre no está en él.”
Verso 16: “Porque todo lo que está en el mundo…” Viviendo en la actualidad con toda la comunicación que tenemos: videos, televisión, teléfonos inteligentes, dispositivos manuales, iPads—cualquier cosa que deseemos tener—comunicación directa, el mundo está disponible con el toque de un dedo.
Hay mucha maldad circulando a través de esos medios, pero también son una herramienta para la predicación del Evangelio. ¿Qué es lo que vemos en la actualidad? Aquí está lo que pasa en la televisión las 24 horas del día:
“…—la lujuria de la carne, y la lujuria de los ojos, y el orgullo pretencioso de la vida física—no es del Padre, sino es del mundo. Y el mundo y su lujuria está desapareciendo, pero aquel que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (versos 16-17) ¡Esto es algo asombroso!
Eso es lo que estamos haciendo al guardar la Pascua y la Fiesta de los Panes Sin Levadura; ¡Estamos haciendo la voluntad de Dios! Cuando guardamos Sus mandamientos y tenemos Sus leyes escritas en nuestras mentes y corazones, Dios trabaja y hace Su voluntad en nosotros. ¡Nosotros hacemos la voluntad de Dios!
· No la voluntad de la carne
· Ni la voluntad de Satanás el diablo
· Ni la voluntad de la sociedad
—y además, con el poder del Espíritu Santo, Él nos ha dado la habilidad para vencer el pecado. De eso se trata la Fiesta de Panes Sin Levadura.
I Juan 2:5: “De otro lado, si cualquiera está guardando Su Palabra… [Todas las cosas de Dios. Cristo dijo que ‘debemos vivir por cada palabra que procede de la boca de Dios.’] …Verdaderamente en aquel el amor de Dios está siendo perfeccionado…” Vamos a ver cómo se perfecciona ese amor; y que el amor y las leyes de Dios en nuestro interior…nos dan la habilidad para vencer ‘la ley del pecado y muerte.’ Dios no nos la quita. Nosotros debemos ¡Nosotros debemos vencerla! Ya veremos cómo vencerla. ¡El amor de Dios está siendo perfeccionado en nosotros!
“…Por este medio sabemos que estamos en Él… [El verso 6 encaja con Efesios 2:10]… Cualquiera que reclame vivir en Él está obligándose a sí mismo también a caminar incluso como Él mismo caminó (versos 5-6). A esto se le llama Cristo en nosotros, ¡La esperanza de gloria!
Ahora veamos lo que esto hace. Vamos a Romanos 6. Ya hemos cubierto esto con respecto al bautismo en el Nuevo Pacto, y vivir bajo la gracia. Veamos lo que debemos hacer al estar bajo la gracia. Veamos dónde nos pone—al estar ante Dios—en una categoría completamente separada del resto del mundo. Por eso no debemos:
· Codiciar el mundo
· Amar las cosas del mundo
· Vivir de la manera en que el mundo lo hace
Debemos vivir en la manera que Dios quiere que vivamos.
Romanos 6:11: “En la misma forma también, ustedes ciertamente deberían considerarse a sí mismos muertos al pecado…” ustedes no van a participar activamente en el pecado. ¡Van a vencerlo! Van a vencerlo a través del poder del Espíritu de Dios; y aquí vemos cómo:
“…pero vivos para Dios a través de Cristo Jesús nuestro Señor. Por tanto, no dejen que el pecado gobierne en su cuerpo mortal obedeciéndolo en su lujuria” (versos 11-12). Debemos tomar el pecado y echarlo lejos ¡a diario! Debemos pedirle a Dios que:
· Limpie nuestro corazón
· Limpie nuestra mente
· Limpie nuestra alma
· Limpie nuestro ser
· Nos ayude todos los días
Así como nuestro cuerpo tiene que desechar cosas todos los días, también necesitamos desechar el pecado espiritual; ¡necesitamos fortalecernos con la Verdad y la Justicia! Así como necesitamos el alimento físico todos los días, también necesitamos alimento espiritual—el cual es estudiar la Palabra de Dios y aplicarla en nuestras vidas. De esa manera… el pecado no gobernará. No dice que no seremos tentados. No dice que no tendremos que pelear, pero no gobernará en nuestras vidas “obedeciendo a la lujuria.”
Verso 13: “Así mismo, no cedan sus miembros como instrumentos de injusticia para pecar; sino, cédanse a sí mismos a Dios como aquellos que están vivos de los muertos…” Porque cuando fuimos sepultados en la tumba de agua del bautismo, ¡Nosotros le prometimos nuestra muerte a Dios! Él nos sacó del agua para que pudiéramos vivir, cambiar, y crecer—de eso se trata la Fiesta de los Panes Sin Levadura.
“…y sus miembros como instrumentos de justicia para Dios” (verso 13) —porque:
· Ustedes tienen el Espíritu de Dios
· Ustedes tienen el Espíritu de Cristo
· Ustedes tienen las leyes y mandamientos de Dios en ustedes
· Ustedes pueden vencer
· Ustedes pueden resistir
· Ustedes pueden deshacerse de
Aquellas características del pecado, y de la miseria en sus vidas.
Frecuentemente somos bombardeados con muchas cosas visuales de pecado, y necesitamos pedirle a Dios que nos ayude; necesitamos pedirle a Dios que limpie nuestra mente… para deshacernos de los pensamientos que nos recuerdan los pecados pasados. Ya veremos cómo hacerlo.
Verso 14: “Porque el pecado no gobernará sobre ustedes…” ¡Ustedes tienen que pelear contra Él! Tenemos que pelear contra los problemas que se presenten. No dice que no pecaremos, ¡pero sí dice lo que no debemos de dejar que nos gobierne!
Veamos cómo vencer el pecado para que no gobierne sobre nosotros; tenemos que:
· Amar a Dios
· Amarnos unos a otros
· Amar a Jesucristo
· Guardar los mandamientos de Dios
todas estas cosas conforman el paquete del cristianismo verdadero. Así es como debemos hacerlo:
Hebreos 12:2: “Teniendo nuestras mentes fijas en Jesús, el Iniciador y Terminador de nuestra fe; Quien por el gozo que tenía delante de Él resistió la cruz, aunque despreció la vergüenza, y se ha sentado a la mano derecha del trono de Dios. Ahora mediten profundamente en Quien resistió tan gran hostilidad de pecadores contra Sí mismo para que no lleguen a estar cansados y desmayen en sus mentes” (veros 2-3).
Si nosotros:
· No ejercemos el Espíritu de Dios
· No aplicamos las leyes y mandamientos de Dios en nosotros
· No reprendemos los malos pensamientos de Satanás, los cuales vienen del mundo
· No limpiamos nuestra mente y corazón a través del Espíritu de Dios y Su Palabra
¡Podríamos ceder al pecado! Pero miren lo que dice Pablo:
Verso 4: “Ustedes aún no han resistido al punto de perder sangre en su lucha contra el pecado.” Ya volveremos a esto más adelante, pero ese es el punto: ¡No permitir que el pecado gobierne nuestros cuerpos mortales! ¿Por qué´? Porque estamos bajo la gracia de Dios, ¡y la gracia de Dios nos da el poder para cambiar y vencer!
Pablo hizo la pregunta en Romanos 6:15: “¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo ley…” –bajo juicio de muerte; sin tener nada que ver con guardar los mandamientos de Dios espiritualmente, y tenerlos escritos en nuestras mentes y corazones. Tal vez quieran repasar la serie de sermones: Gracia Sobre Gracia y lo que significa estar bajo la ley. El mundo entero está bajo la ley. Pero sólo aquellos que tienen el Espíritu de Dios están bajo la gracia.
“…no estamos bajo ley, sino bajo gracia? ¡DE NINGUNA MANERA! (verso 15). ¡No! Nosotros no nos lo permitimos. Si resbalamos y pecamos… nos arrepentimos y nuestro pecado se limpia. Si hay algo en nuestra mente que necesita ser limpiado, nos acercamos a Dios—por medio de Su Espíritu y del lavamiento de agua por la Palabra—para que renueve nuestra mente en Cristo Jesús. Así es como debemos hacerlo.
Verso 16: “¿No se dan cuenta que a quien ustedes ceden como siervos para obedecer, son siervos de aquel que obedecen, si es de pecado hacia muerte, o de obediencia hacia justicia?” No podemos separar la obediencia de la justicia. Pero a la justicia se adhieren el amor, la esperanza, la alegría, la virtud, el conocimiento… y todas las cosas similares.
Verso 17—por eso guardamos la Fiesta de Panes Sin Levadura: “Pero gracias a Dios, que eran siervos de pecado, pero han obedecido…” Noten que ambos versos hacen hincapié en la ¡obediencia!, y tómenlo en cuenta si alguna persona [protestante o católica] les llega decir que las leyes han sido abolidas. Si es así, entonces pregúntele: ¿Qué es lo que esto significa? Pregúntele si sabe algo sobre judaísmo; porque si no sabe y no entiende lo que es la gracia; Pablo deja muy claro que la gracia no es licencia para pecar. La gracia no es licencia para desechar la obediencia— ¡No!
“Pero gracias a Dios, que eran siervos de pecado, pero han obedecido de corazón esta forma de doctrina… [La cual está escrita en sus mentes y corazones. Necesitamos enseñanza, doctrina, entendimiento]…la cual fue entregada a ustedes; Y habiendo sido librados del pecado… [A través de Cristo; por medio de liberación y limpieza constantes]…se convirtieron en siervos de justicia” (versos 17-18). Eso es lo que debemos hacer hermanos.
¡Pablo dice que necesitamos rendirnos! Pero esa es una elección. Es un pensamiento. ¡Es la obediencia activa para con Dios!
Verso 19: “Hablo desde un punto de vista humano por la debilidad de su carne; porque así como una vez cedieron sus miembros en esclavitud a la impureza, y a la ilegalidad hacia la ilegalidad, así ahora cedan sus miembros en esclavitud a la justicia hacia la santificación”—porque Dios está trabajando en ustedes. Él se está deshaciendo del pecado; está reemplazándolo con Su carácter. ¡Dios no puede pecar! ¡Dios no tiene pecado! Entonces, Dios nos está dando:
· Su mente
· Su carácter
· Su Espíritu
· Su Palabra
· Sus mandamientos
· Sus leyes
Y eso nos hace ázimos en Cristo Jesús
Verso 20: “Porque cuando eran siervos del pecado, eran libres de justicia. Por tanto, ¿Que fruto tuvieron entonces en las cosas de las cuales ahora están avergonzados? Porque el resultado final de aquellas cosas es muerte. Pero ahora que han sido librados del pecado y se han convertido en siervos de Dios…” (Versos 20-22).
Quiero que piensen en eso. Recuerden lo que leemos en Efesios 2—tenemos acceso directo a Dios el Padre a través de Jesucristo. En el libro de Apocalipsis leemos que nuestras oraciones suben ante el trono de Dios. Al estar bajo la gracia de Dios:
· Él nos ama
· Nos ha dado de Su Espíritu
· Trabaja en nosotros para que cambiemos, crezcamos, y venzamos.
En un mundo lleno de pecado, maldad, ilegalidad, y miseria, “…tienen su fruto hacia la santificación, y el resultado final… [En la resurrección]…es vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna a través de Cristo Jesús nuestro Señor” (versos 22-23).
Por eso guardamos la Fiesta de Panes Sin Levadura en sinceridad y en Verdad. Por eso le pedimos a Dios que nos de la fuerza para cambiar, crecer y vencer.
Vayamos a II Corintios 6, y veamos que esto es un proceso activo que debemos seguir día con día. Cada día es un nuevo día, y por eso tenemos estas instrucciones; para que no amemos al mundo, para que no aceptemos las cosas del mundo. A veces es un poco difícil—Pablo escribió sobre ‘Él pecado que tan fácilmente nos asedia’. Dios tiene que corregirnos en algunas ocasiones cuando pecamos, pero:
· Esa corrección es para bien
· Esa corrección es para gozo
· Esa corrección es para justicia
· Esa corrección es para vida eterna
¡Podemos agradecerle a Dios por ella! ¡Alabarlo! ¡Amarlo!
II Corintios 6:14: “No sean unidos desigualmente con incrédulos… [Esto puede aplicar de muchas maneras. Puede aplicar al matrimonio, a las amistades profundas, etc.] …Porque ¿Qué tienen en común la justicia y la ilegalidad?... [¡Nada! Son opuestos]…Y ¿Qué compañerismo tiene la luz con la oscuridad? Y ¿Qué unión tiene Cristo con Belial?... [Piensen en todas esas cosas]…O ¿Qué parte tiene un creyente con un incrédulo? (versos 14-15).
Cada una de éstas cosas encajan con el cumplimiento de I Juan 2:15-17.
Verso 16: “Y ¿Qué acuerdo hay entre un templo de Dios y los ídolos?..” Recuerden que el gran pecado de Israel cuando pusieron los ídolos en el templo de Dios. ¿Qué es lo que Dios tuvo que hacer? ¡Tuvo que destruirlo! Siempre recuerden que: Así como Dios honra el arrepentimiento, ¡También corrige a los suyos!
“…Porque ustedes son templo del Dios vivo, exactamente como Dios dijo… [Piensen en esto un minuto, y relaciónenlo con el mensaje a los Laodicenses]: …‘Viviré en ellos y caminaré en ellos; y seré su Dios, y ellos serán Mi pueblo.’” (Verso 16). ¡Piénsenlo!
· Cristo en nosotros
· El Padre en nosotros
· La Verdad en nosotros
Por eso guardamos la Fiesta de Panes Sin Levadura. Necesitamos ser renovados año con año. Necesitamos re dedicar nuestras vidas al Pacto de Cristo, y llevarlo día con día a medida que avanzamos. ¿Qué les dijo Dios a los hijos de Israel cuando los sacó de la tierra de Egipto? ¡Que ellos serían Su pueblo! Miren lo que dice de nosotros:
Verso 17: “‘Por tanto, salgan de en medio de ellos y sepárense,’ dice el Señor…” ¿No es eso lo que Dios hizo con Israel? ¿No es eso lo que Dios ha hecho con Su iglesia? ¡Por supuesto!
“…‘y no toquen lo impuro, y Yo los recibiré; Y seré un Padre para ustedes, y ustedes serán Mis hijos e hijas,’ dice el Señor Todopoderoso” (versos 17-18).
Vamos a ver el proceso requerido para llegar a ser los verdaderos hijos e hijas de Dios. Recuerden que:
· El Padre los ama
· El Padre mora en ustedes
· Cristo mora en ustedes
Ustedes tienen todas las herramientas—a través del Espíritu de Dios y de Su Palabra— ¡para cambiar, para crecer, y para vencer!
(Pasar a la siguiente Pista)
Ahora continuemos en II Corintios 7. Aquí veremos lo que debemos hacer, y después veremos otras escrituras sobre cómo podemos aplicar esto.
II Corintios 7:1: “Ahora entonces, amados, ya que tenemos estas promesas…” Consideren todas las promesas de Dios, todo lo que nos ha dado:
· Él nos ama
· Él nos cuida
· Él nos protege
· Él manda a Sus ángeles para cuidarnos
· Él nos ha dado Su espíritu
· Él mora en nosotros
Ustedes son parte de Dios en la medida que se conecten directamente con el Padre y con Jesucristo, a través de Su Espíritu.
“…deberíamos limpiarnos nosotros mismos…” (Verso 1). Tenemos que ejercer lo que es correcto. En Romanos 6 vimos que no debemos ceder. En Hebreos 12 vimos que el pecado vendrá y nos asediará fácilmente.
· Sabemos que tenemos que pelear contra Satanás
· Sabemos que tenemos que pelear contra el mundo
· Sabemos que tenemos vencer el pecado en nosotros; pelear contra nosotros mismos
Aquí está lo que debemos hacer, “…limpiarnos nosotros mismos de toda contaminación de la carne y el espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (verso 1). ¿Cómo perfeccionamos la santidad?
Si perfeccionamos éstas cosas, estaremos creciendo en gracia y conocimiento. Eso también afecta nuestra relación diaria con Dios. Tomemos a Cristo como nuestro ejemplo. Él tuvo que hacer más de lo que nosotros necesitamos hacer, porque Él era el Hijo de Dios.
El pasaje de Hebreos 5:7 habla sobre Cristo: “Quien, en los días de Su carne, ofreció oraciones y suplicas…” Eso es lo que necesitamos hacer:
· Orar todos los días
· Estudiar todos los días
· Trabajar en cosas específicas, suplicando y rindiéndonos a Dios
· Usar la Palabra de Dios
· Ejercer éstas cosas en nosotros
“…con fuerte lamento y lágrimas a Quien era capaz de salvarlo de la muerte…” (Verso 7). Jesús dijo: ‘Yo no tengo poder para hacer nada de Mi mismo.’ Y con nosotros pasa lo mismo. Por eso Él es nuestro ejemplo.
“…y fue oído porque temió a Dios. Aunque fue un Hijo, aun así aprendió obediencia de las cosas que sufrió” (versos 7-8). ¿Cómo cambió esto la perspectiva de Dios con respecto a todos los que somos débiles en la carne? Porque siendo carne, Él tuvo que:
· Vencer la carne
· Vencer a Satanás
· Vencer al pecado
· Vencer a la sociedad
¡Eso es lo que tuvo que hacer!
Verso 9: “Y habiendo sido perfeccionado, llegó a ser el Autor de la salvación eterna para todos aquellos que Lo obedecen.” Necesitamos entender lo que debemos hacer.
Verso 12: “Porque verdaderamente, por este tiempo ustedes debían ser maestros, pero en lugar de esto necesitan tener a alguien que les enseñe otra vez que son los principios iniciales de los oráculos de Dios, y han llegado a ser aquellos en necesidad de leche, y no de comida sólida. Porque todo el que está participando de leche es inepto en la palabra de justicia porque es un infante. Pero la comida sólida… [La carne espiritual nutritiva; el entender cómo debemos de cambiar, crecer, vencer, y utilizar la Palabra de Dios de manera apropiada]…es para aquellos que están complemente crecidos, quienes a través de repetida práctica han tenido sus sentidos entrenados para discernir entre bien y mal” (versos 12-14).
Eso es lo que necesitamos hacer. En este mundo hay muchas cosas que parecen buenas… pero en realidad son maldad. Hay cosas que entran en nuestra mente—y aunque no las queramos—necesitamos continuar desechándolas a diario.
Veamos cómo hacerlo—I Juan 1—nos muestra la manera en que Dios trabaja con nosotros para que cambiemos, crezcamos, y venzamos. Él:
· Nos ayuda con nuestros pecados
· Perdona nuestros pecados
· Nos da fuerza para resistir
· Nos da una consciencia limpia
Esto tiene que ser día con día. Recuerden que en Hebreos 3:15 dice: ‘Si Hoy escucharan Su voz, no endurezcan sus corazones.’ Veamos el proceso descrito en I Juan 1
I Juan 1:6: “Si proclamamos que tenemos compañerismo con Él, pero estamos caminando en la oscuridad…” Así es en el mundo; ese es el camino de pecado y muerte. Tenemos que caminar en la luz porque:
· Jesús es la Luz
· Él es la Palabra de Dios
· Su Espíritu Santo es la Luz
“…estamos mintiéndonos a nosotros mismos, y no estamos practicando la Verdad” (verso 6) Se trata de practicar la Verdad; la Palabra de Dios; ¡el amor de Dios!
Verso 7[corrección de transcriptor]: “Sin embargo, si caminamos en la luz, como Él está en la luz, entonces tenemos compañerismo unos con otros, y la sangre de Jesucristo, Su propio Hijo, nos limpia de todo pecado.” Si existe ese arrepentimiento de pecados ante Dios, entonces Dios aplica el sacrificio de Jesucristo… el cual nos justifica ante Él. “…nos limpia de todo pecado.”
Verso 8: “Si decimos que no tenemos pecado, estamos engañándonos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros propios pecados…” (Versos 8-9). Ahí lo tenemos:
· Él está listo para perdonarnos
· Él está listo para mostrarnos misericordia
· Él está listo para borrar nuestros pecados
Verso 9: “Si confesamos nuestros propios pecados, Él es fiel y justo, para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda injusticia”—toda contaminación de la carne; toda contaminación del espíritu. ¡El espíritu se contamina cuando pecamos! Pero si somos limpiados, entonces cambiamos, crecemos, y vencemos.
Ahora, vamos a ver que Dios hace esto por nuestro bien. ¡Tenemos pruebas! ¡Tenemos exámenes! ¡Tenemos corrección! Porque Dios es nuestro Padre… y tiene que lidiar con nosotros.
Hebreos 12:4: “Ustedes aún no han resistido al punto de perder sangre en su lucha contra el pecado.” Pero sí tenemos confusión espiritual, la confusión emocional de todas las cosas que conlleva vencer el pecado.
Verso 5: “Y ustedes ya se han olvidado de la advertencia que Él les dirige a ustedes como hijos: ‘Hijo Mío, no desprecies la corrección del Señor, ni te fatigues de ser corregido por Él; porque a quién el Señor ama Él reprende, y Él disciplina severamente a todo aquel que recibe por Hijo.’ Si soportas la corrección, Dios está lidiando contigo como un Padre con Sus hijos. Porque ¿quién es el hijo a quién el Padre no corrige?” (Versos 5-7).
Nuestros padres nos han corregido, pero Dios lo hace por nuestro bien espiritual. Veamos el resultado final de esto. Aquí está la operación que debe llevarse a cabo. La conversión es interior; la conversión es espiritual, y Dios:
· Nos da las herramientas
· Nos da la habilidad
· Nos da Su Palabra
Romanos 12:1 “Los exhorto por tanto, hermanos, por las misericordias de Dios, a presentar sus cuerpos como un sacrificio vivo…” Se refiere a nuestra carne, pero tenemos el espíritu. Debemos vencer toda contaminación de la carne y del espíritu, al ejercitarnos usando el Espíritu de Dios; rindiéndonos al amor de Dios y no al pecado.
“…santo y bien agradable a Dios, el cual es su servicio espiritual. No se conformen ustedes mismos a este mundo, sino sean transformados por la renovación de sus mentes para que puedan probar lo que es bien agradable y bueno, y la perfecta voluntad de Dios” (versos 1-2). Debemos de hacer esto día con día. Tenemos que renovar nuestras mentes, ¡ser transformados! De eso se trata la conversión.
¿Cómo hacemos esto? Esa es la lección de la Fiesta de Panes Sin Levadura: sacamos la levadura, dejamos entrar lo que no está leudado. Comemos pan sin levadura— ¡el camino de Dios!
El apóstol Pablo escribió que necesitamos vencer, y aquí—en Efesios 4—leemos que la Iglesia está siendo construida sobre Jesucristo:
· La Iglesia debe ser edificada
· La iglesia debe crecer
· Nosotros somos parte del cuerpo de Cristo
Aquí está todo el propósito del ministerio:
Efesios 4:12: “Para el perfeccionamiento de los santos... [Para eso es; para cada uno de nosotros]
… para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.” Edificar es construir, y por eso Jesús fue carpintero. Él es constructor de Su iglesia.
Verso 13: “Hasta que todos vengamos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, hacia un hombre perfecto…” Esa perfección termina en la resurrección. Mientras aun sigamos en la carne y tengamos la ‘ley del pecado y muerte’ en nosotros, seguiremos siendo imperfectos. Esa imperfección no se quita hasta que muramos.
Dios quiere que lleguemos: “…hacia la medida de la estatura de la plenitud de Cristo... [Después Pablo nos da otra lección. Si regresamos a Hebreos 5, veremos que no debemos volver a ser niños inexpertos en la Palabra de Verdad]: … Para que no seamos más niños, sacudidos y llevados con todo viento de doctrina por las artimañas de hombres en astucia, con vista a la sistematización del error” (versos 13-14). Eso es lo que hicieron. Ellos sistematizaron todas las tradiciones de hombres, las renombraron como ‘cristianas’… y crearon el mundo cristiano que conocemos en la actualidad.
Así es como debemos hacerlo, verso 15: “Sino manteniendo la verdad en amor, podamos crecer en todas las cosas en Quien es la Cabeza, Cristo.”
· ¡Por eso no hay compañerismo con el mundo!
· ¡Por eso no hay acuerdos con ídolos!
· ¡Por eso no debemos unirnos en yugo desigual con incrédulos!
Verso 16: “De Quien todo el cuerpo… [Todos los hermanos—que se reúnen en grupos de convivencia o que están solos alrededor del mundo]… adecuadamente estructurado y compactado por eso que cada coyuntura suple… [Tenemos algo que aportar al cuerpo de Cristo]…de acuerdo a su trabajo interno…”
· La transformación
· La conversión
· El Espíritu de Dios
· La limpieza
· El restablecimiento
Todas esas cosas
“…en la medida de cada parte individual, está haciendo el incremento del cuerpo hacia la edificación del mismo en amor” (verso 16). Ahora, él dice que no debemos volver a ser como lo gentiles… ni hacer lo que ellos hacían.
El verso 21 nos dice lo que debemos estar haciendo. Tenemos que entender que esto tiene que hacerse diariamente; varias veces al día si es necesario. Verso 21: “Si ciertamente Lo han escuchado y han sido enseñados en Él, de acuerdo a la verdad en Jesús: Que concerniente a su antigua conducta… [La manera en que vivimos, la manera en que pensamos, la manera en que era nuestra vida]…ustedes se quiten el viejo hombre, el cual es corrupto de acuerdo a la lujuria engañosa; Y que sean renovados en el espíritu de su mente” (versos 21-23). Esa renovación tiene que ser a diario, día con día, ¡Todos los días! De esa manera:
· Podremos ser constantes con Dios
· Podremos vencer
· Seremos capaces de deshacernos de los pecado de la carne
· Seremos capaces de deshacernos de las tentaciones del mundo
Ahora, él hace varias advertencias según la Verdad en Jesús, verso 24: “Y que se pongan el nuevo hombre… [Cristo en ustedes, la esperanza de gloria, la mente de Cristo]…el cual es creado en justicia y santidad de la verdad de acuerdo a Dios” Así es como trabaja Dios. Así es como Dios lo está haciendo. ¡En nosotros! ¡En cada uno de nosotros!
Verso 25: “Por tanto…” debido a que estamos siendo perfeccionados, sabemos que aún no somos perfectos; todo es un proceso.
Vean cómo esto encaja con Efesios 2:10—Estamos siendo creados; somos la hechura de Dios: “Porque somos Su hechura, creados en Cristo Jesús…”
Efesios 4:24 habla de lo mismo: “…Y que se pongan el nuevo hombre, el cual es creado en justicia y santidad de la verdad de acuerdo a Dios. Por tanto, cada uno deseche las mentiras y hable la verdad con su prójimo porque somos miembros unos de otros. Cuando lleguen a tener ira, no pequen…” (Versos 24-26). ¡NO! No permitan que se vuelva en rencor, venganza, y odio.
“…No dejen que el sol se oculte sobre su ira” (verso 26). ¡Nunca… nunca jamás vaya a acostarse con odio, hostilidad, o conflicto! ¡Necesita resolver sus problemas! ¡Eso le ayudará a dormir!
Verso 27: “Ni den lugar al diablo.” Volvamos a Santiago 1 para ver cómo se infiltra el pecado, y para observar que hay una serie de cosas de las que debemos deshacernos… antes de cometer el pecado. Es una tentación. Si hacemos eso, no le daremos lugar al diablo. Pero si no lo hacemos, entonces:
· Le damos lugar
· Le damos espacio para trabajar
· Le damos espacio para causarnos problemas y dificultades
Verso 28: “Aquel que robó, no robe más…”
· Cambie su conducta
· Cambie su actitud
· Cambie lo que está haciendo
“…sino, trabaje con sus manos, trabajando en lo que es bueno, para que pueda impartir algo a aquel que tiene necesidad. No dejen que ninguna comunicación corrupta salga de su boca, sino eso que es bueno y necesario para la edificación que pueda dar gracia a aquellos que oyen” (versos 28-29). Así es como debemos hacerlo.
Entendamos algo muy importante hermanos:
Nosotros hemos pasado por varias guerras en la iglesia. Aquellos que son nuevos estuvieron en guerras con el cristianismo del mundo. Aquellos que han estado en la iglesia durante algún tiempo… han estado en guerras con personas que tratan de subvertir la Verdad, de deshacerse de la justicia, y que tratan de someterla a las mentiras satánicas del cristianismo de éste mundo. Todos hemos tenido dificultades y problemas. Hemos tenido que batallar para vencer al pecado— ¿cierto? ¡Así es!
Verso 30: “Y no aflijan… [Ni ofendan]…al Espíritu Santo de Dios…” No lo frustren. Nosotros frustramos el Espíritu Santo de Dios—que nos guía—cuando permitimos que el pecado se arraigue en nuestra mente; cuando permitimos:
· Pensamientos de lujuria
· Pensamientos carnales
· Pensamientos de desobediencia
· Pensamientos de autocompasión
· Pensamientos de odio
—y todas esas cosas. Ya veremos lo que necesitamos hacer para remplazar todo eso. Va a tomar algo de tiempo, pero aquí es donde hay que comenzar:
Verso 31: “Dejen que toda amargura, e indignación, e ira, y clamor, y mal hablar sea removido de ustedes, junto con toda malicia; Y sean amables y compasivos unos a otros, perdonándose unos a otros, incluso como Dios también los ha perdonado en Cristo” (versos 31-32). Tómenlo en cuenta.
Ahora pasemos a Colosenses 3 para ver algo muy importante que debemos hacer. En Colosenses 2, Pablo advierte sobre aquellos que tratan de traer las filosofías paganas. Esto es algo que ya hemos visto, y seguiremos viéndolo en su máxima expresión… porque vivimos en el tiempo del fin.
Colosenses 3 es muy importante para nuestro crecimiento espiritual. Tenemos que desechar al viejo hombre; vestirnos con el nuevo hombre—el cual está siendo creado en justicia y Santidad de la Verdad—y que es ¡piadoso! Debemos ejercer la piedad nosotros mismos. Aquí vemos cómo se hace. Éste capítulo es el más importante para crecer y vencer:
Colosenses 3:1: “Por tanto, si ustedes han sido levantados junto con Cristo, busquen las cosas que están arriba, donde Cristo está sentado a la mano derecha de Dios.” ¿Qué es lo que dice en Mateo 6:33? ¡Busquen el Reino de Dios primero! Y Mateo 5:48 dice: ‘Sean perfectos como Su Padre en el cielo es perfecto.’ El resto del Nuevo Testamento está cimentado sobre la combinación de ambos versos, a través de Jesucristo.
Verso 2: “Coloquen su afección sobre las cosas que están arriba, y no sobre las cosas que están sobre la tierra. Porque han muerto, y sus vidas han sido ocultas junto con Cristo en Dios. Cuando Cristo, Quien es nuestra vida, sea manifestado, entonces ustedes también serán manifestados con Él en gloria” (versos 2-4). Eso es lo que buscamos.
¿Cómo llegamos de aquí para allá? Él nos dice en el verso 5: “Por lo tanto, den muerte a sus miembros que están sobre la tierra… [Aquí están, todos los pecados de la carne]: …—inmoralidad sexual, inmundicia, pasiones desordenadas, deseos malvados, y codicia, la cual es idolatría. Porque de éstas cosas, la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, entre los cuales ustedes también caminaron alguna vez, cuando estaban viviendo en estas cosas” (versos 5-7). Él está diciendo que:
· Necesitamos tiempo para recuperarnos
· Necesitamos tiempo para limpiar nuestra mente
· Necesitamos tiempo para construir piedad, el carácter de Dios
¡Y el Espíritu de Dios nos ayuda!
Verso 6: “Porque de éstas cosas, la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, entre los cuales ustedes también caminaron alguna vez, cuando estaban viviendo en estas cosas. Pero ahora… [En este tiempo, como cristianos que crecen y vencen]…ustedes deben desechar todas éstas cosas…” (Versos 6-8).
Desechar o deshacerse de, es lo que nosotros hacemos cuando sacamos la levadura de nuestras casas. ¿Por qué Dios usa la levadura para tipificar el pecado durante los Días de Panes Sin Levadura? ¡Porque la levadura está en todas partes! Es tan fácil dar por sentado que no comeremos levadura. Pero Dios no quiere que lo hagamos—tenemos que desecharla, así como desechamos la levadura. La levadura espiritual es:
“… ira, indignación, malicia, blasfemia, y lenguaje obsceno de su boca. No mienta el uno al otro, viendo que ustedes deben deshacerse del viejo hombre junto con sus obras; Y deben vestirse el nuevo hombre…” (Versos 8-10). Es un proceso: desechamos al viejo hombre día con día; nos vestimos del nuevo hombre día con día. Nos acercamos a Dios para:
· Limpiar nuestra mente
· Limpiar nuestro corazón
· Que nos ayude con nuestros pensamientos
· Que nos ayude con nuestras emociones
· Que nos ayude a crecer en amor, en fe, y en Verdad
¡Con todas esas cosas!
“…Y deben vestirse el nuevo hombre, quien está siendo renovado en conocimiento… [Mediante la renovación de su mente; y la transformación (Romanos 12)] …de acuerdo a la imagen de Aquel Quien lo creó; donde no hay Griego ni Judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni Escita, esclavo ni libre; sino Cristo es todas las cosas, y en todos” (versos 10-11). Eso es lo que debemos desechar. Tenemos que ser limpiados de toda deshonra de la carne y del espíritu.
Debemos dejar que el Espíritu de Dios cree esto en nosotros, verso 12[corrección de transcripción] —Dios quiere que cooperemos: “Vístanse entonces, como los elegidos de Dios, santos y amados, de profundo afecto interior, amabilidad, humildad, mansedumbre y paciencia; Soportándose uno al otro, y perdonándose uno al otro si cualquiera tiene una queja contra otro; incluso como Cristo los perdonó, así también ustedes deberían perdonar” (versos 12-13). Esto es muy muy importante hermanos. No debe haber rencores entre nosotros. Como dijo Jesús: ‘Si no perdonamos, Él no nos perdonará.’ Igualmente, si no nos arrepentimos de ofender a otros, Dios tampoco nos perdonará. Así que es recíproco.
Si no hemos perdonado a nuestros hermanos, a nuestro conyugue, o a nuestros hijos durante ésta Fiesta de Panes Sin Levadura... “…si cualquiera tiene una queja contra otro; incluso como Cristo los perdonó, así también ustedes deberían perdonar.”
Verso 14: “Y sobre todas estas cosas vístanse de amor… [¿Qué es el amor?] …el cual es el vínculo de la perfección.” Un vínculo es aquello que une y mantiene unido. Entonces, podemos decir que el amor de Dios hacia nosotros, nuestro amor de Dios hacia Dios, nuestro amor de Dios hacia los hermanos—es el pegamento espiritual— ¡por medio del vínculo que mantiene todo unido! Así es como crecemos y vencemos. Esa es la clave. Por eso tenemos la Fiesta de Panes Sin Levadura.
Al hacer esto, ¡Ponemos todas nuestras dudas y preocupaciones sobre Cristo! Todos nuestros pecados, nuestras iniquidades, y todos nuestros malos pensamientos… son limpiados a través del sacrificio y sangre de Jesucristo.
Verso 15: “Y dejen que la paz de Dios gobierne en sus corazones… [Esto es lo que significa ser guiado por el Espíritu Santo]…para lo cual fueron llamados en un cuerpo, y sean agradecidos.” ¿Cómo podemos ser agradecidos? ¡Recuerden que es un ejercicio espiritual! Eso es lo que nos ayuda a desarrollar la piedad en nosotros. Pablo le dijo a Timoteo, ‘Ejercítate hacia la piedad.’
Verso 16: “Dejen que la palabra de Cristo viva en ustedes ricamente en toda sabiduría, enseñándose y amonestándose uno al otro en salmos e himnos y cantos espirituales, cantando con gracia en sus corazones al Señor. Y en todo—lo que sea que hagan en palabra o en hecho—háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios y Padre por Él” (versos 16-17). Eso es lo que debemos hacer.
Volvamos a II Corintios 10. Este capítulo se enfoca en la batalla que diaria que libramos con nuestra mente y corazón. Por eso necesitamos el Espíritu de Dios. Dios juzga el corazón. Veamos cómo podemos mantener nuestra mente y corazón de manera espiritual mientras vivimos en el mundo… para que podamos crecer, vencer, y limpiarnos de toda contaminación de la carne y del espíritu, por medio del Espíritu de Dios.
II Corintios 10:3: “Porque aunque caminamos en la carne, no guerreamos de acuerdo a la carne.” Nosotros no podemos hacer bien, ni mejorar, ni ser exitosos por nosotros mismos. Esas cosas se basan en algunos principios de Dios, pero no requieren del uso y ejercicio el Espíritu de Dios… como es el caso del cristianismo verdadero.
Verso 4: “Porque las armas de nuestra guerra no son carnales, sino poderosas a través de Dios para el derrocamiento de fortalezas.” ¡Las fortalezas son pensamientos arraigados de nuestra vida pasada antes del bautismo! Dios nos ha llamado en Su misericordia. Estas fortalezas pueden ser:
· Vanidad
· Celos
· Lujuria
· Avaricia
· Las obras de la carne
—de las cuales debemos deshacernos. El apóstol Pablo dijo: Dios nos da Su Espíritu, y tenemos una contienda poderosa. ¡La mente puede cambiar! ¡La experiencia del pecado puede borrarse! Tenemos que aprender la lección, y no olvidarla nunca. David nunca olvidó lo que hizo con Betsabé, a pesar de que Dios lo limpió. ¡Él aprendió la lección!
Lo mismo sucedió con Pablo cuando persiguió a la Iglesia. Pero tuvo que usar el Espíritu de Dios para derrumbar la fortaleza de la motivación con la que persiguió a la Iglesia. ¿Qué son las fortalezas? Aquí está lo que debemos hacer.
Verso 5: “Echando abajo vanas imaginaciones, y toda cosa alta que se exalta a sí misma contra el conocimiento de Dios… [Tenemos que desecharlas para vestirnos con el Espíritu de Dios, y]: …y trayendo a cautividad todo pensamiento a la obediencia de Cristo.”
· ¡Ese es el proceso de conversión!
· ¡Esa es la razón por la que guardamos la Fiesta de Panes Sin Levadura!
No sólo se trata de sacar la levadura de nuestras casas; no es por la letra de la ley; sino ¡por el Espíritu de Dios! ¡De nada sirve que nuestra apariencia exterior se vea bien y suene bien, si por dentro llevamos odio, celos, lujuria, avaricia, inmoralidad sexual, y cosas por el estilo. La razón por la cual hoy es más difícil que en otras épocas… es porque todos los días somos bombardeados por medio de la televisión, las revistas, y la gente del mundo. Están ahí, y tenemos que ser limpiados todos los días.
Verso 6: “Y teniendo una disposición para vengar toda desobediencia, cuando su obediencia haya sido cumplida.” Cuando usted obedece en el espíritu y toma venganza contra el pecado en su interior por así decirlo… ¿Cómo lo hace? Veamos cómo hacerlo; ¡tenemos que imitar a Dios! ¡Ese es un estándar altísimo!— ¿no creen? ¿Acaso no dice que debemos ‘ser perfectos como nuestro Padre en el cielo es perfecto?’ ¡Tenemos que seguir los pasos de Cristo! ¡Tenemos que caminar en la Luz de la Palabra!
Efesios 5:1: “Por tanto, sean imitadores de Dios, como hijos amados; Y caminen en amor, incluso como Cristo también nos amó, y Se dio a Sí mismo por nosotros como una ofrenda y un sacrificio de aroma perfumado a Dios” (versos 1-2).
Ahora vemos el remplazo del pecado con la justicia, verso 3: “Pero fornicación y toda impureza o codicia, no permitan incluso que sea nombrada entre ustedes, como es apropiado para santos; Ni inmundicia, ni tonto hablar o bromear, los cuales no están favoreciendo; sino en vez de esto, den gracias. Porque esto ustedes saben, que ni fornicario, o persona impura, o codicioso, que es un idolatra, tienen ninguna herencia en el reino de Cristo y de Dios. No dejen que nadie los engañe con vanas palabras; porque por causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. Por tanto, no sean coparticipes con ellos. Porque ustedes fueron una vez oscuridad; pero ahora son luz en el Señor…” (Versos 3-8). Veamos lo que tenemos que hacer:
Verso 24: “Porque incluso como la iglesia está sujeta a Cristo, en la misma forma también las esposas estén sujetas a sus propios esposos en todas las cosas… [Se refiere a la Iglesia y a Cristo]...Esposos, amen a sus propias esposas, en la misma forma en que Cristo también amó a la iglesia, y Se dio a Sí mismo por ella” (versos 24-25). Aquí está la operación del Espíritu de Dios para limpiarnos de ‘toda deshonra de la carne y del espíritu’; el cual nos ayuda a ejercitarnos en la Piedad:
Verso 26: “Para que pudiera santificarla, habiéndola limpiado con el lavado de agua por la Palabra;
Para que pudiera presentarla a Sí mismo como la iglesia gloriosa, no teniendo mancha o arruga, o ninguna de esas cosas; sino que pudiera ser santa y sin culpa” (versos 26-17).
Eso es lo que debemos hacer hermanos. Ésta es la razón de la Fiesta de Panes Sin Levadura. Éstas son lecciones espirituales que debemos aprender.
· ¡Ejercitémonos en la Piedad!
· ¡Rindámonos ante el Espíritu Santo de Dios!
· ¡Desechemos el pecado de manera activa!
· ¡Controlemos nuestra mente de manera activa!
¡Y seamos transformados por la renovación de nuestra mente con el Espíritu de Dios! ¡Que sigan teniendo una Fiesta maravillosa!
Escrituras de Referencia:
1) Éxodo 13:1-7, 9-10
2) Hebreos 10:15-16
3) Efesios 2:8-10, 16-22
4) 1 Juan 5:19
5) 1 Juan 2:15-17, 5-6
6) Romanos 6:11-14
7) Hebreos 12:2-4
8) Romanos 6:15-23
9) 2 Corintios 6:14-18
10) 2 Corintios 7:1
11) Hebreos 5:7-9, 12-14
12) 1 Juan 1:6-9
13) Hebreos 12:4-7
14) Romanos 12:1-2
15) Efesios 4:12-16, 21-25
16) Efesios 2:10
17) Efesios 4:24-32
18) Colosenses 3:1-17
19) 2 Corintios 10:3-6
20) Efesios 5:1-8, 24-27
Escrituras Referenciadas, no citadas:
· 2 Pedro 1
· Apocalipsis 11:8
· Mateo 10
· Santiago 1
· Colosenses 2
· Mateo 6:33
· Mateo 5:48
También referenciados:
Libros:
· Judaísmo—Revelación de Moisés o religión de hombres? Por Philip Neal
· El día en que Jesús el Cristo murió por Fred R. Coulter
· La Pascua Cristiana por Fred R. Coulter
Serie de Sermones: Gracia sobre Gracia